La Batalla de Garellano , (28 de diciembre de 1503)

Enfrentamiento bélico entre las tropas francesas y las españolas que tuvo lugar en 1503, durante las guerras de Italia de comienzos del siglo XVI por el dominio de Nápoles y Sicilia en la que destacó el capitán de artillería Lope de Vera, natural del despoblado Sadornil de Adaja de Vega de Santa María.

Se resolvió con la completa victoria del Gran Capitán sobre el ejército francés al mando del marqués de Saluzzo, a resultas de la cual los franceses abandonaron Nápoles.

Es el Garellano , un río que surge de la confluencia del Liri y el Gari y desemboca al norte de Nápoles en el golfo de Gaeta ( Mar Tirreno ), servía de separación entre franceses y españoles durante la tercera parte de la Segunda Guerra de Italia.

El capitán Lope de Vera está al mando de la artillería de las tropas del Gran Capitán don Fernando Fernández de Córdoba.

Sucedió que un mes y medio después del último intento de los franceses por cruzar el río Garellano, y tras haber sido reforzado con 3.000 soldados italianos al mando de Bartolomé Albiano, jefe de los Ursinos, el Gran Capitán decidió llegado el momento de asestar un golpe definitivo al ejército francés acampado frente a él en la orilla derecha del río Garellano.

El sencillo plan concebido por el Gran Capitán consistía en un ataque al campamento francés tras haber cruzado el río por un puente que habría que tenderse unas cuatro millas aguas arriba del puente de barcas construido por los franceses en la jornada del 6 de noviembre. El nuevo puente fue tendido con todo sigilo la noche del 27 al 28 de diciembre. Al día siguiente los españoles se pusieron en movimiento.

Bartolomé Albiano iba en vanguardia con la caballería ligera. Pedro Navarro iba a continuación con el cuerpo de infantería española, donde marchaban García de Paredes, Zamudio, Pizarro y Villalba. Le seguía Próspero Colonna con los hombres de Armas. Cerraba la marcha el Gran Capitán con el resto del ejército. Las tropas de Albiano y Pedro Navarro sorprendieron un destacamento normando y de caballería francesa en Suio. Eran soldados que obedecían la orden dada por el marqués de Mantua , general en jefe de las tropas del rey de Francia , de enviar una partida de reconocimiento para pasar el río sobre un determinado punto con barcas rápidamente lanzadas y lo arrollaron a su paso.

En vista del mal tiempo reinante desde hacía un mes y medio y de que las lluvias no cesaban, el marqués de Saluzzo, nuevo jefe del ejército francés, decidió retirarse a Gaeta a pasar el invierno, por creer imposible realizar ninguna operación militar en aquellas condiciones climatológicas. Ya había tomado acciones para iniciar esta retirada, pues había embarcado la artillería para que la llevasen por el río hasta el golfo de Gaeta, pues su traslado por aquellos empantanados caminos habría impedido la marcha del ejército francés. Por tanto, su sorpresa fue grande cuando los supervivientes del ataque a Suio le anunciaron la llegada inminente de los españoles. El marqués ordenó la inmediata retirada a Gaeta. Cuando las tropas de Albiano y Pedro Navarro llegaron al campamento francés lo encontraron vacío.

La caballería de Albiano y Colonna se adelantó y alcanzaron a los franceses cuando pasaban por un puente sobre el lecho de un corto rio que hay antes de llegar a Mola di Gaeta, y les obligaron a hacerles frente, cosa que el marqués de Saluzzo hizo para evitar que la retirada se convirtiera en una desbandada. Al llegar al lugar el grueso del ejército del Gran Capitán, la infantería de Pedro Navarro y de García de Paredes atacó con tal ímpetu que los franceses atravesaron el puente y se refugiaron en Mola dispuestos a pernoctar aquella noche.

El Gran Capitán ordenó a Pedro Navarro y a García de Paredes que marcharan fuera de caminos hasta colocarse detrás del pueblo para cortar la retirada al enemigo y atacarles de flanco y por su retaguardia. Al amanecer del día siguiente, los franceses salieron de Mola. Les siguió el grueso del ejército español y cuando les alcanzaron, las tropas de Pedro Navarro y García de Paredes atacaron de flanco y por la retaguardia, provocando el colapso de los franceses, que se desbandaron e iniciaron una desordenada huida perseguidos por la caballería de Colonna, abandonando la artillería que llevaban consigo, banderas, equipajes y carros de transporte. Los supervivientes de aquel día se refugiaron en Gaeta, mientras que el ejército vencedor acampó aquel día en Castiglione, frente a Gaeta.

Los franceses sufrieron entre tres y cuatro mil muertos, y otros tantos desaparecidos y prisioneros. Ese día el caballero Bayardo de distinguió por su valor, peleando como un bravo y perdiendo tres veces su caballo. Era Pierre Terrail, señor de Bayard nacido en Pontcharra en 1476 , muerto en Rovasenda en 1524 , Su vida fue contada por uno de sus compañeros de armas, seguramente Jacques de Maille . Se trata del personaje histórico que da origen a la leyenda del «chevalier sans peur et sans reproche» (el caballero sin miedo y sin tacha ) y simboliza por excelencia los valores de la caballería francesa a finales de la Edad Media . Su azaña se cuenta describiendo que el puente era muy estrecho, obligaba a los españoles a presentarse uno a uno ante Bayard, que estaba solo en la retaguardia . La valentía, la habilidad y la restitencia de Bayard hicieron maravillas. «Como un tigre suelto», dice Théodore Godefroi , « se acorraló a la barrera del puente y con su espada se defendió tan bien que el enemigo no supo discernir si estaba luchando con un hombre o con el Diablo. Con esta bella acción, se mereció la divisa de puerco espín con estas palabras: Vires agminis unus habet». Sus compañeros tuvieron que persuadirlo ardientemente para que los dejara relevarlo.

El protagonismo de las fuerzas españolas fue para don Lope de Vera, cuando sus cañones hacían blanco en las tropas francesas que defendían el estrecho puente y liberaron el paso del río Garellano, obligándoles a abandonar, a huir y no hacer frente.

Lo cierto es que la destrucción del ejército francés, después de aquella batalla, fue total, de manera que el 1 de enero se efectuó la capitulación de Gaeta y el abandono de los franceses del reino de Nápoles.