A ANDRESITO

 

 

Vayan por delante los versos
que hablan de jovial alegría,
del mejor muchacho del pueblo
que lo demuestra cada día
 
Andrés lleva de nombre,
de su padre heredado,
como el saber del campo
en su conocimiento grabado.
 
Entre la gente, el más gentil,
como persona bien formado
sabiduría y educación
que su madre le ha enseñado.
 
Es amigo de todos,
de sus padres devoción,
ama el trabajo a diario,
hace del esfuerzo pasión.
 
De pequeño tuvo unos asnos
que a todos encantaban
los animales y el ganado
ya le apasionaban.
 
Luego su afición al motor
le llevó a montar en kart,
que para cruzar el campo
el coche no puede faltar.
 
Hizo del campo su trabajo
del pueblo hizo su casa,
de las máquinas sus juguetes
¡la niñez que nunca pasa!
 
Hoy su tractor azul
luce orgulloso su nombre,
“ANDRESITO” en diminutivo
pero dentro va un hombre.
 
Sabiendo que en sus manos
el trabajo es afición
cuando le piden ayuda
cumple con disposición.
 
Le sobra gracia y simpatía
fe de ello se puede dar,
que ha aprendido el oficio
igual que se aprende a andar
 
Pues para vivir en un pueblo
y vivir como él en paz,
hacen falta esas tus formas
y esa buena lealtad.
 
Con Miguel Ángel, su hermano
vimos crecer al chaval
y el tiempo nos da hoy
¡un completo hombre cabal!
 
¡Hay de las novias que esperan
entre máquinas y tractores,
que sus ojos apunten fino
para robar sus amores!
 
Su mente piensa constante
para cumplir con su oficio,
como resulta más fácil,
que el trabajo sea beneficio.
 
Así le pasan los días
siendo de todos admiración
¿Hay más suerte en esta vida
que tener su corazón?